Aproximadamente 2,5 millones de hectáreas en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa se encontrarían seriamente perjudicadas por las inundaciones. Se habla de una superficie netamente agrícola.

La zona núcleo, por ejemplo, está saturada de agua. Las napas se aproximan a la superficie.

Así los lotes que pueden hoy soportar el peso del paso de las sembradoras son muy pocos.

Labordeboy, en Santa Fe, por ejemplo ha sufrido desde el 1ro de enero más de 1.000 mm de lluvias. Gran parte del centro y sur de Santa Fe han recibido en el mismo período algo más de700 mm anuales.

No es muy distinta la situación del norte de la provincia de Buenos Aires.

De acuerdo a la BCR, el cuadro de reservas de humedad, a la fecha, queda graficado así.


Puede afirmarse que en la zona núcleo cerca de la mitad de la superficie se encuentra con una reserva excesiva.

Los canales están rebalsados, es difícil encontrar piso para ser reacondicionados y las napas están en niveles delicados, a más o menos 40 cm de la superficie. Los caminos de tierra sufren las consecuencias, con charcos y enmalezados. Y algunos, intransitables o bajo agua.

Según la BCR, la superficie a sembrar de trigo alcanzaría a 4,6 millones de hectáreas. Esto es casi un 20% más que la correspondiente a la campaña previa.

Es cierto que la situación es favorable, desde el punto de vista internacional, para incrementar la superficie. Pero no es menos cierto que las posibilidades físicas de lograr tal aumento son cada vez más reducidas.

Estamos a tan sólo unos veinte días del comienzo del invierno, con altísimas condiciones de humedad edáfica y el periodo invernal es cuando se producen las menores evapotranspiraciones.

El período de siembra es corto. Y el cuadro de humedad ha mejorado muy levemente. Hasta la fecha, sólo se habría sembrado menos del 10%.

Así las cosas, vale dudar de las estimaciones oficiales. Según el Gobierno, la Argentina podría llegar a una cosecha de trigo cercana a 20 millones de toneladas,  cifra que sería récord. Son números procedentes de la Dirección Nacional de Estimaciones del Ministerio de Agroindustria de la Nación.

Como está la situación, no es fácil creer algo así.

Parece más probable que el número se halle en un espacio entre 11 y 15 millones de toneladas.

A su vez, en el plano internacional la situación es relativamente favorable. Al menos en comparación con los granos gruesos.

A diferencia de la soja, la situación de stocks a nivel global no es visiblemente negativa para la formación de los precios del trigo.

Por lo menos, no se aguarda un aumento marcado en los stocks.


Conclusión: quienes estén en condiciones de sembrar, no deberían desaprovechar la oportunidad. Los precios, por todo esto, podrían dar un salto.