• Una sociedad regular.
  • Un fideicomiso u otras alternativas, es la consulta frecuente.

Hay tres variables fundamentales que se analizan a la hora de la elección:

  • Los impuestos.
  • Las responsabilidades.
  • Los costos y tiempo de los trámites para la constitución.

Hagamos un repaso de estos tres aspectos para entenderlos mejor:

Impuestos

Básicamente, el que decide es el Impuesto a las Ganancias. Tanto en una Sociedad Anónima como en una SRL, el tributo del 35% del resultado impositivo, colocan a estas figuras en segundo plano de elección frente al fideicomiso, ya que cuando el fiduciante coincide con el beneficiario, el impuesto a las ganancias se tributará en cabeza de estos de acuerdo a la escala de la Ley de Impuesto a las Ganancias, con lo cual, el mencionado tributo puede ser muy inferior al 35 por ciento.

Responsabilidad

Frente al concepto de responsabilidad, tanto las SA como las SRL brindan una protección al patrimonio de los accionistas o cuotapartistas. Ahora, no hay que descuidar la solidaridad para el gerente o director en el aspecto impositivo, en el caso que por su culpa o dolo, facilite la evasión del tributo.

Entonces, en empresas familiares, donde el gerente o el director es integrante del grupo familiar, esa ventaja se ve disminuida. Lo mismo sucedería en el caso de un fideicomiso donde el fiduciario no pudiera demostrar que se encontró en imposibilidad de dar cumplimiento a las obligaciones impositivas.

Costos de constitución y tiempo de trámites

Si la elección se basa en los costos de constitución y en el tiempo que demandará las inscripciones en los distintos organismos de contralor, sin lugar a dudas el fideicomiso es la opción más atractiva, ya que la inscripción impositiva (nacional y provincial) es la única obligatoria.

Estos tres aspectos mencionados no son los únicos a tener presente al momento de elección del tipo societario. No existen recetas únicas. En cada emprendimiento se conjugan cientos de variables a considerar.