Desde que comenzó la semana, se han notado algunas subas muy visibles, que no pudieron sostenerse mucho en el tiempo, pero que, al menos, han revelado mayor interés por parte de los compradores en el mercado de Chicago.

De esta forma, puede decirse que, en lo que va de esta semana, los valores han llegado al mayor nivel de las últimas semanas.

Los futuros de la oleaginosa, ahora, se aproximan a 352 dólares por tonelada.

Un dato que, quizás, sirva de consuelo. El día 11 de abril pasado, hace apenas unos veinte días, el valor de la soja bajó al peor nivel (nominal) de los últimos doce meses. A ello debe agregarse el desgaste que produce una inflación anual cercana al 40%.

Estas suaves mejoras de los precios se manifiestan en un período en que los fondos se hallan con posición neta sobrevendida.

En un cuadro de gran producción mundial… ¿cómo explicar esta liviana mejora?

En primer lugar, hay que destacar que en los últimos días el mercado internacional mantuvo cierto temor sobre las siembras de EE.UU.

Las malas condiciones climáticas en los principales estados productores de EE.UU, que afectan la siembra de la campaña gruesa, lograron el mejorar el clima de negocios para la soja.

En segundo lugar, no existe tanta certidumbre sobre la posibilidad de que el dólar frente a las demás divisas siga fortaleciéndose. Incluso hay cierta posibilidad de que pierda un poco de valor.

El gráfico que sigue nos muestra el recorrido del índice dólar (futuros).

Allí, se puede ver claramente cómo, luego de alcanzar un máximo el 8 de marzo, la tendencia se muestra en baja.

En tercer lugar, el dólar en la Argentina pareciera que ha comenzado –muy suavemente- a subir, tras dos meses de bajas.

Los indicios generales llevan a pensar que el Banco Central no permitirá un dólar tan planchado.

La divisa avanzó algunos centavos, después del anuncio del presidente del Banco Central, sobre el objetivo de acumular reservas. El aumento ha estado retenido por suba de tasas de las “Lebac” del 22,25% al 24,25%.

El tema es muy preocupante. Es cierto que hay que bajar los costos pero lleva tiempo hasta que maduren las inversiones en infraestructura y logística. Por más que mejoren los ferrocarriles y caminos, el atraso cambiario seguirá operando en contra de la competitividad de la economía.

Así las cosas, es probable que el Banco Central permita una suba en el valor del dólar. De no ser así, hay que pensar que el Gobierno está jugando con fuego.

Finalmente, existe un factor derivado del libre juego de la oferta y la demanda, cuando el precio no satisface a los oferentes. ¿A qué nos referimos? Pues bien… al poder de la oferta.

Si bien, la cosecha se aproxima a su final, los tenedores de soja no están dispuestos a vender.

La comercialización de poroto de soja al 19/04/2017, según el Ministerio de Agroindustria, revela un ritmo de ventas sumamente lento, así como también, una baja disposición a fijar precio.

Los factores mencionados son los elementos que pueden impedir nuevas bajas e, incluso, elevar las cotizaciones en el transcurso de los próximos meses.

Veremos qué pasa…