El productor ve una oportunidad por su gran demanda en la India, principal consumidor, que también se lleva garbanzo. Destaca que posee más proteína. Tiene 25 a 28% contra 18% de las verdes. La arveja amarilla es reciente en la Argentina. En 2014 se hicieron en el país los primeros cultivos en 3000 hectáreas. Tradicionalmente se produjeron arvejas verdes en un 95 a 98% más con respecto a la arveja amarilla. Eso fundamentalmente por razones de mercado, ya que el principal comprador de la arveja verde argentina era y sigue siendo Brasil. Sin embargo, a nivel mundial el consumo de arveja amarilla es más importante que el de la arveja verde.

Adrián Poletti, de la consultora Incrementar, contó que en el último año comercial el mercado global de arveja amarilla fue de unas 3,8 millones de toneladas. Canadá, principal productor y exportador con US$ 1320 millones, participó en el comercio con 2,8 millones de toneladas (el 42% de sus ventas fueron a India), Francia con 400.000 y Rusia con 150.000. El precio promedio para la campaña pasada fue de US$ 470 FOB. Este año se estima que se llegarán a 4,2 millones de toneladas, con una fuerte caída de precios que podría terminar en US$ 300 FOB a nivel global. "La gran incógnita para este año pasa por la producción de la India, que podría llegar a estar cerca del autoabastecimiento de legumbres en general (solo de arvejas produce dos millones de toneladas)", indicó Poletti.

En la empresa de Marchionni explican que el precio de la arveja amarilla no depende del precio de la arveja verde sino del precio del garbanzo. Cuando disminuye o fracasa la cosecha de garbanzo, en India o a nivel mundial, su precio se eleva y arrastra a la arveja amarilla, que pasa a ser consumida por gente de mayor poder adquisitivo, pero no suficiente como para pagar el valor del garbanzo.