CÓRDOBA.- La reapertura de frigoríficos en esta provincia, así como cualquier inversión de magnitud, depende de la evolución del mercado externo. Con 27 establecimientos de faena vacuna, la demanda de la región del norte, parte de Cuyo y, en menor proporción del sur, está cubierta, pero no llega a Buenos Aires, el mayor mercado. Salir al exterior es la clave y hoy la competitividad está en baja.

Córdoba produce el doble de los animales que faena. Sólo exporta el grupo Logros (instalado en Río Segundo), pero no hay otro con autorización para los mercados más exigentes (y de mayor valor). Obtenerla lleva meses. Para este año no se espera que otro se sume.

Los expertos entienden que si la recuperación del stock ganadero continúa -como se proyecta- las exportaciones son la clave para el sector frigorífico, en especial a partir de 2018. Este año, según datos de vacunación del Senasa, el stock ronda los 55 millones de cabezas. Una mejora del 12% del piso de 48 millones al que se llegó en 2010.

Ayer, en una reunión de todos los representantes de la cadena vacuna en Agroindustria, se repasó el panorama y se analizaron las falencias productivas. La conclusión es que, con el mismo stock, se puede producir más.

El destete es del 50% promedio en el país, pero hay casos en que ronda el 90% lo que marca que queda mucho por ganar. Hay baja productividad. La media de la faena es de 220 kilos y hay coincidencia de que se podría pasar a 250/260 kilos.

El presidente de la Asociación de Frigoríficos e Industrias de la Carne de Córdoba (AFIC), Daniel Urcía, explicó a LA NACION que este año -con la baja competitividad del sector exportador- "no sería prudente sobreproducir. Hay que seguir abriendo mercados y buscando oportunidades y mejorando la competitividad".

El novillo argentino es el más caro de la región (el kilo faenado está entre 50 y 60 centavos de dólar más alto que en Brasil) y el costo laboral en dólares multiplica por tres el brasileño. Además, la caída del dólar "neutralizó los reintegros".

Los costos de logística también son altos para los productores alejados del puerto. Mover una carga de Río Segundo para embarcar en Buenos Aires tiene un valor apenas más bajo que enviar un container a China.

Para Urcía, la realidad de Córdoba puede extenderse al resto del país: "El mercado interno no da volumen. La Argentina exporta el 8% de lo que produce y este año puede estirarse uno o dos puntos con la vuelta de la especialización; hay que crecer mucho en ese segmento".

Más allá de los vaivenes en el consumo por habitante de carne, con 55 kilos por cabeza por año, sigue siendo uno de los más altos del mundo. Además, el fuerte incremento de la demanda porcina (con una producción que se multiplicó por tres en los últimos años) y de pollo, no se proyecta un alza importante.

"La mayor producción de carne -viene mejorando entre el 5% y el 8% anual- debe ir a los mercados externos".

A LA ESPERA

Dos frigoríficos en Córdoba esperan decisiones de sus dueños. Por un lado, en Estancias del Sur sigue la negociación entre Marfrig y grupo chino Foresun Group. La planta cerró hace casi tres años y ya se vencieron sus autorizaciones de exportación.

En tanto, ColCar, propiedad de los brasileros JBS, cerró en 2010. El grupo analiza cómo evoluciona el mercado para resolver su reapertura. En este caso, podría resolverse más rápidamente la puesta a punto -con una demora de entre 4 y 6 meses- ya que están operando en el país. En Rosario faenan 25.000 animales por mes.