Desde las góndolas siguen llegando malas noticias. Ayer se conoció el informe de ventas de artículos de la canasta básica de noviembre que muestra la cuarta caída consecutiva superior al 7% en unidades. Según datos de CCR, el consumo cerró el mes con un descenso del 7,5% en el volumen de ventas de alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza. La baja está en línea con la de octubre y todo indica que 2016 terminará como el peor para los supermercados desde la crisis de 2001/02. En el acumulado, entre enero y noviembre, la demanda exhibe un retroceso del 4,6% y de esta manera, 2016 será el tercer año consecutivo con una caída en el consumo masivo.

El mal número de noviembre era descontado por todos los jugadores del mercado -desde las grandes cadenas hasta los fabricantes- y la única incógnita era si la baja iba a ser igual o superior a la de los últimos meses.

La buena noticia es que ahora todos esperan que en diciembre finalmente se produzca un cambio en la tendencia. La mejora, sin embargo, no sería impulsada tanto por una recuperación de la demanda, sino por un factor estadístico. "Diciembre de 2015 ya había sido un mes muy flojo, así que lo más posible que este año muestre una suba interanual", explicó el director de una cadena.

Dentro de un panorama general muy preocupante, para los supermercados el único consuelo es que sus resultados estuvieron en línea con los de la industria, es decir que al menos en noviembre, las grandes cadenas dejaron de perder participación de mercado. Según datos de CCR, las ventas en los supermercados el mes pasado cerraron con un descenso del 7,6%, lo que en términos comparativos implica cierta mejora frente a octubre. Ese mes la demanda en los supermercados se había derrumbado un 9% contra una baja general del consumo del 7,5 por ciento.

Por rubros, noviembre cerró con un invicto: las ocho grandes categorías del consumo en supermercados tuvieron un resultado negativo. La peor performance fue la de artículos de cosmética, que registró una baja del 10,4% en el último, mientras que en el acumulado de enero-noviembre la caída llegó al 10 por ciento.

Sin que haya muchas razones para festejar, las bebidas sin alcohol tuvieron un mes relativamente correcto, con una baja interanual de la demanda de apenas 0,9 por ciento. Por su parte, en el acumulado del año el descenso es un poco más pronunciado y llega al 2,9 por ciento.

Si se comparan los números de noviembre contra octubre, el balance arroja un retroceso del 2,6% en las ventas de los supermercados, con un buen desempeño de la categoría bebidas alcohólicas -13,4% en volumen arriba- que se explica por un doble efecto estacional: la cercanía del verano -que dispara la demanda de cerveza- y las Fiestas.

El otro solitario factor positivo que da cuenta la estadística de noviembre es la evolución de los precios. La caída de la demanda parece estar jugando un papel positivo para contener la inflación en las góndolas. Según los números de CCR, en octubre la suba promedio acumulada en los últimos 12 meses fue de 34,6%, mientras que en noviembre se redujo al 33,7 por ciento.

Si se abren los resultados por categoría, en este caso, el único rubro que registra una inflación anual inferior al 30% es el de las bebidas sin alcohol, con una suba promedio del 29,7 por ciento. Y no es casual que por volumen la performance de la categoría haya sido relativamente buena, con una baja acumulada de "sólo" un 2,9 por ciento.