Los precios de la soja repuntaron ayer un 2,5% en la Bolsa de Chicago por una serie de fundamentos que incluyó el clima en la Argentina, luego de las lluvias del fin de semana pasado, que mientras en determinadas zonas agrícolas dejaron excesos de humedad, en otras, como el sudeste de Buenos Aires -hay siembras de segunda pendientes-, resultaron escasas.

Al cierre de los negocios, las pizarras mostraron alzas de 9,09 y de 9,29 dólares sobre los contratos enero y marzo de la soja, cuyos ajustes resultaron de 372,86 y de 376,35 dólares por tonelada.

Otro factor alcista importante fue la sobreventa de contratos registrada durante la semana anterior en la plaza estadounidense, donde la soja acumuló una pérdida del 4,5%. Esa posición técnica del mercado ayer movió a los fondos de inversión especuladores a recomprar unos 13.500 contratos, equivalentes a poco más de 1,84 millones de toneladas.

Y el último fundamento positivo para las cotizaciones de la soja fue la demanda externa, dado que en su informe semanal sobre inspección de exportaciones, el USDA relevó operaciones por 1,71 millones de toneladas de soja, cerca del máximo previsto por el mercado, que estimó un rango de 1,40 a 1,80 millones.

En la plaza doméstica, las fábricas ofrecieron en forma abierta $ 4100 por tonelada de soja para la zona del Gran Rosario, $ 100 más que anteayer. No obstante, ese valor no despertó interés entre los vendedores. Según una fuente del sector comercial, los negocios se activaron en un nivel de $ 4150, propuesto en reserva por un comprador que necesitaba mercadería con urgencia.

Ayer también hubo fuertes mejoras para los cereales en Chicago. Por una mayor demanda de la India el trigo subió un 4,1% y cerró con un valor de US$ 150,47. En tanto que el maíz fue favorecido por las compras de los fondos y trepó un 2,7%, para terminar en US$ 139,76 por tonelada.