La cosecha de trigo ya va entregando, en algunas zonas de la pampa húmeda, rindes promedios y máximos para destacar.

Esta semana, Juan Pablo Ioele, un técnico del INTA Corral de Bustos, informó que en la zona de Monte Buey un trigo marcó un pico de 94,28 quintales, con DM Algarrobo, y que el rinde promedio sobre 82 hectáreas quedó en 82,3 quintales. Ese resultado sobrevino luego de una siembra con perfiles bien cargados y una suba en la fertilización de un 30 a 35%. Cerca de allí, en Inriville, el productor Marcos Rodrigué logró unos días antes un máximo de 90,26 quintales con Nogal, de Sursem.

"Empezamos la siembra de los ciclos largos con condiciones muy buenas de temperatura y humedad en el suelo. Estas condiciones, de poseer el perfil lleno, eran las consecuencias de las dos últimas campañas húmedas y vimos en ello la oportunidad de poder transformar ese excedente hídrico en kg/ha de materia seca", expresó Ioele, que contó: "Se seleccionaron materiales mejor adaptados a la zona respecto de enfermedades. Además, se dieron condiciones por la apertura del mercado de trigo y muy buenas relaciones insumos/productos, especialmente respecto de fertilización".

Ioele dice que los promedios que estaban en 38 quintales el año pasado ahora rondan los 50 quintales. Pero también se ven 17 quintales en lotes no bien manejados con variedades susceptibles a roya del tallo.

En un informe sobre la zona núcleo, técnicos de AFA señalaron que los rendimientos "son buenos" aunque, con mucha disparidad según la tecnología aplicada. "Los rendimientos medios se encuentran en un rango de 3500 a 4500 kg/ha. Se citan rendimientos máximos de 7000 kilos por hectárea", indicaron .

La contracara son lotes casi totalmente perdidos con 500 kilos debido por la no aplicación de fungicidas y daños por enfermedades como roya del tallo en cultivares de alta susceptibilidad. El reporte indica que eso se está viendo con Baguette 601.

Los técnicos alertaron también que los primeros datos de proteína son bajos, 8 a 9 %, y que el peso hectolítrico "sería bueno, con valores superiores a 78".

Mientras la cosecha avanza en Córdoba y Santa Fe, en el sudeste bonaerense hay incertidumbre porque el cultivo viene con falta de lluvias y ahora se suman temperaturas más altas.

"Es muy probable que gran parte del Sudeste y una mayor parte del Sudoeste (donde hasta la semana pasada había un déficit en menor proporción) comiencen a complicarse, sobre todo teniendo en cuenta las temperaturas en aumento. En algunos cuadros donde a la falta de humedad se les sumaron heladas la condición del cultivo es mala y ya está anticipando caídas de entre cinco a ocho quintales por debajo del promedio histórico", explicó Esteban Copati, analista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Además de la falta de lluvias, en el Sudeste la otra preocupación es la helada tardía de -2 y 1 °C de hace diez días en varias localidades. Sobre su impacto, Emanuel Bodega, de Los Grobo, precisó: "Estamos haciendo evaluaciones mediante imágenes satelitales por medio de Frontec [firma ligada a Los Grobo] para determinar el área y la magnitud de los daños. Tenemos registro de lotes con un 70% de superficie afectada, con un 40% de reducción del número de granos en la zona de Balcarce y Mar del Plata". Esteban Bilbao, asesor, también destaca que el rinde potencial "ya está afectado".