Este magro aumento en la demanda es menor al incremento en los rendimientos de tendencia en este país.

Es por esa razón que por más que el recorte estimativo de área para la siembra de maíz de 2017/18 fue significativo, el impacto en los stocks finales continua siendo mínimo y se necesitarían rendimientos por debajo de 160 bpa (este año 175 bpa) como para lograr que los stocks finales caigan debajo 50 mill de t.

En consecuencia, esta situación generaría un marco de precios deprimidos y márgenes de producción negativos para el productor. Históricamente el gobierno estadounidense tendría que pagarle al farmer para que reduzca la siembra de un área determinada. Sin embargo, nada de esto se habla al momento y tampoco creemos que realmente dejen tantos acres de maíz sin plantarse.

En el caso de la soja, el aumento de área en la estimación del Baseline fue de 1,8 mill de acres con respecto a lo sembrado el año pasado, esto sinceramente está por debajo de lo que estimaba el mercado. Lo interesante a destacar es el aumento tanto en la molienda como en las exportaciones de la hoja de balance de la próxima campaña en USA. Aunque tenemos que pensar que estos objetivos pueden no ser alcanzados si Sudamérica logra una buena producción. Así y todo contando los incrementos, los stocks finales continuarían por encima de 10 mill de t. Nada de esto parece muy alcista, no? En fin, dista mucho para que todo esto comience a tomar forma de realidad.

El mercado sin embargo estuvo ocupado persiguiendo su curso técnico de los últimos días, la soja después de 7 sesiones consecutivas de alzas, mostro cierta debilidad y se dispararon ventas, esto contagio al resto de los productos agrícolas. Nada nos sugiere que desde ahora solo veamos liquidación de contratos, sabiendo que tenemos un climático sudamericano por delante. Pero nada de lo fundamental que tenemos hoy, ayuda a alimentar a un rally indeterminadamente.

Por Celina Mesquida, RJO´Brien
Fuente: Agroeducacion