ROSARIO. - Por primera vez, la hidrovía Paraná-Paraguay, ruta fluvial clave para el traslado de la producción agropecuaria, reunió a cuatro gobernadores para definir estrategias comunes para potenciar y enfrentar los problemas del transporte por estos dos ríos, que ayudarían a bajar costos para la salida de la producción de las provincias del Nordeste.

El gobernador santafecino Miguel Lifschitz fue el anfitrión de un encuentro que se realizó en Rosario y sirvió para definir una de las prioridades, como es potenciar la hidrovía desde Santa Fe al norte.

La invitación a los gobernadores de Chaco, Domingo Peppo; de Corrientes, Ricardo Colombi; de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y el vicegobernador de Misiones Oscar Herrera Ahuad fue para "aunar" capital político para demandar al gobierno nacional que ponga mayor atención en el tramo norte de la hidrovía, desde Santa Fe a Paraguay.

La comparación de costos hace apetecible el traslado de las cargas por la vía fluvial, pero las dificultades logísticas y de infraestructura complican el aprovechamiento productivo de la hidrovía en su totalidad. Los 2800 kilómetros de extensión de la hidrovía aportan distintas realidades.

"La hidrovía es una gran autopista de agua que tiene varios carriles hasta Timbúes (a 40 km de Rosario) pero hacia el norte necesita muchas obras para cumplir el rol de integrar a las provincias argentinas, con costos más razonables", sostuvo Lifschitz. En tanto, el gobernador chaqueño insistió: "Estamos alejados de los mercados y tenemos que tratar de acortar las brechas".

Bordet dijo que Entre Ríos "está rodeada por los ríos más caudalosos del mundo y no hay ni un solo puerto con posibilidad de sacar mercaderías hacia el exterior. Tenemos que ver este tema como un sistema de la hidrovía integrado también con el río Uruguay".

"Esta ruta fluvial es imprescindible para acceder a los mercados internacionales con costos razonables", trazó el vicegobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad.

Según un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en 2015 más del 80% de los granos viajaron en camión a las terminales portuarias del Gran Rosario, un 15% lo hizo en ferrocarril mientras que apenas el 1% fue trasladado en barcazas.

Jorge Metz, subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación, consideró que "el gobierno nacional está comprometido con la baja de costos y la hidrovía es fundamental para lograrlo".

La situación de la hidrovía no es sencilla a lo largo de los 2800 kilómetros del tramo navegable en aguas argentinas. A través de esta ruta hay diferentes realidades. Una es la situación de los puertos del sur y otra los del norte. Desde los puertos del Gran Rosario, de donde sale el 75% de las exportaciones del complejo agroexportador, hay 34 pies de calado, con lo cual pueden ingresar buques oceánicos a las terminales. Sin embargo, ahora se está requiriendo que se incremente el calado a 38 pies.

Desde Santa Fe al norte hay diez pies de calado y el transporte fluvial sólo es apto para barcazas, que en un 93 por ciento pertenecen a la marina mercante paraguaya.

Las principales limitaciones que existen, según dejaron deslizar los funcionarios, en el norte del país son los puertos, que muchos de ellos no funcionan a pleno y tienen dificultades logísticas.

Juan Carlos Venesia, titular del área de hidrovía de Santa Fe, puso de manifiesto estas asimetrías. "Hace 25 años construimos la autopista de cinco carriles hasta Rosario, pero desde Santa Fe hacia el norte no la hemos podido terminar, ni siquiera señalizar".