Jorge Bassi está en el negocio de fertilizantes hace 18 años. En el fútbol hace un poco más: 25 años y hoy está en la categoría libre en el club CUBA. Dice que éste será su último año en esa categoría y pasará a la Copa La Nación. En el mercado de fertilizantes también tiene que seguir jugando y cuenta a La Nación, desde su rol de presidente de Fertilizar, cómo espera que siga el partido.

-El mercado de fertilizantes ya tuvo un crecimiento del 50%. ¿Cuál es la tendencia para 2017?

-El cambio, este año, sin lugar a dudas fue por las reglas de juego para trigo y maíz, que hicieron que los productores pudieran volver a hacer una superficie importante y que marcó un punto de inflexión. Además, se volvieron a aplicar dosis más importantes que el año pasado, cuando fueron mínimas. En trigo las dosis crecieron un 40%. Eso pone en otro lugar a la proteína y no debería repetirse el disgusto del año pasado de la proteína para productores, molinos y exportadores. Entendemos que el año que viene las dosis deberían volver a pegar un crecimiento importante.

-¿Cuánto rinde se perdió por no haber fertilizado correctamente?

-Hay un estudio, avalado por organismos internacionales, que habla de brechas de rendimiento del 30% contra tecnologías que están al alcance del productor. Por ejemplo, aquí el año pasado perdimos rindes y perdimos calidad. Nosotros hicimos una red de ensayos en soja con el manejo del productor y el manejo que deberíamos hacer en fertilizantes y eso nos da un promedio de 18% de diferencia de rinde entre lo logrado por el productor y nosotros, con zonas como el oeste bonaerense donde llegamos a 1000 kilos de diferencia. Otro caso es el maíz tardío. El maíz tardío tiene un piso de rendimiento bastante alto y, entonces, la gente no lo fertiliza. Sin embargo, en los ensayos demuestra que nos perdemos de 700 a 1500 kilos por no fertilizar bien el maíz tardío. Ahora tenemos que volver a armar la rueda, con reuniones de productores donde vuelvan a discutir no ya de política sino de la variedad, el momento de fertilización.

-¿Cómo cierra entonces este año el mercado de fertilizantes?

-Lo proyectamos en 3,5 millones de toneladas, contra 2,5 millones del año pasado. Es un crecimiento importante, pero es un rebote, porque en 2011 se habían consumido 3,7 millones de toneladas y desde 2012 a 2015 no pudimos recuperar ese número. Prácticamente vamos a repetir el número de 2007. Tenemos una década sin crecimiento en este mercado, donde solo hubo un año bueno (2011).

-¿Hubo década perdida en fertilizantes?

-Sí, tenemos chicos que entraron a trabajar hace 10 años en esto y no vieron un mercado sostenido.

-¿Cómo la vivieron las empresas?

-Se retiró del mercado de fertilizantes Petrobras, se retiró Mosaic del mercado argentino y las empresas que ingresaron no se terminaron de estabilizar, porque el mercado es más chico. Se hicieron inversiones que no tuvieron repago y en logística estamos preparados para 5 millones de toneladas pero estamos trabajamos con 2,5 millones.

-¿De qué depende llegar a un mercado de 5 millones de toneladas?

-Depende de que sigan reglas como las de ahora, que permiten que, a pesar de si un precio no es el mejor, haya buenas relaciones insumo-producto. Tenemos técnicas para lograr alta producción con sustentabilidad. Por ejemplo, en la ley de cuidado de suelos agrícolas lo central de la ley [con media sanción en la Cámara de Diputados en 2015]no es la desgravación de fertilizantes, sino que las buenas prácticas se incentivan.

-¿Esa iniciativa debe salir?

-Para nosotros, el núcleo de la ley, que era premiar las buenas prácticas, introducir la planificación en el campo, certificación de la siembra directa, rotaciones, el seguimiento de la calidad del recurso suelo, análisis de suelo, y que eso sea motivado por una ventaja económica, hay que ponerlo en la discusión pública. Medio Ambiente la ha tomado y Agroindustria también y nos parece que es algo que no tenemos que dejar de llamar la atención porque es necesario en el corto plazo tener una ley de suelos en la Argentina.