CÓRDOBA.- Mauricio Macri estuvo por sexta vez en esta provincia desde que es presidente; la visita fue una ratificación de su buena relación con el gobernador peronista Juan Schiaretti y un recorrido por dos ciudades -Las Varillas y Hernando-, que mejoraron su situación económica por impulso del campo.

Relajado y suelto, hizo bromas en los dos actos y bailó al ritmo de Gilda. Macri defendió la "serie de medidas" tomada en su gestión para "sacarle la pata de encima al campo", expresión que usó primero Schiaretti y él repitió después. Señaló también que su gobierno "ha combatido con éxito" la inflación: "Hoy ya estamos en niveles de 1,5% mensual, si sacamos las idas y vueltas de las tarifas, que han generado tanta confusión".

Las Varillas, 220 kilómetros al sudeste de la capital provincial, tiene una economía que depende de la industria de la maquinaria agrícola, sector que este año reaccionó e incrementó hasta 60% sus niveles de producción que en 2015 fueron los peores de la historia.

Allí Macri participó del acto por los 15 años de la fábrica de tractores Pauny surgida después de la quiebra de Zanello, en 2002. Ingresó conduciendo la unidad número 15.000 y le entregó las llaves al comprador, el productor Carlos Falco. "Me subí al tractor con los nervios de mi copiloto, que creía que no iba a saber manejarlo", bromeó.

En ese contexto definió como "estúpido" el conflicto del kirchnerismo con el campo en 2008. "Esperemos que cada vez le agreguemos más valor a las cosas que somos capaces de producir", señaló. Y felicitó los logros de la firma, que formó parte del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas.

"Era fácil buscar culpables, abandonar y enojarse con la crisis de 2001; sin embargo, cuando todos lograron sentarse alrededor de la mesa y escucharon un sabio consejo, armaron de vuelta esta empresa poniendo todas las fuerzas que se necesitan: el resultado es este, maravilloso", recordó.

Fue la referencia a que la fábrica volvió a la actividad como una sociedad formada por la cooperativa de obreros, cuatro ex gerentes, concesionarios y el 1% de las acciones en manos de la Municipalidad.

Cuando llegó Macri, representantes de los productores afectados por las inundaciones desde hace más de dos años en el sudeste cordobés le entregaron un petitorio de obras a sus colaboradores.

Complicidad

El presidente se mostró siempre cercano a Schiaretti, con quien compartió también el acto en Hernando. Ambos tuvieron frases de complicidad política. Hace una semana firmaron el acuerdo con el que se cerró el conflicto por el envío de fondos para la Caja de Jubilaciones de Córdoba.

Cuando en el Congreso se trabó la sanción del régimen de participación público privada (PPP) para la contratación de obra pública, Schiaretti pidió que saliera "lo más rápido posible". En un guiño más hacia la gestión nacional, calificó la ley como "muy importante para la Argentina; permitirá dar un salto de calidad".

"Nuestra provincia -dijo Macri, en alusión a Córdoba- produce el 92% del maní de toda la Argentina". Varias veces agradeció al distrito que fue clave en las elecciones que lo llevaron a la Casa Rosada.

En Hernando, a 150 kilómetros de la capital de la provincia, dedicó la primera media hora a visitar un emprendimiento familiar y reunirse con esa gente a solas; después en la plaza central lanzó la 61a. Fiesta Nacional del Maní.

Ante la presencia de muchos alumnos de colegios de la zona, afirmó "vamos a mejorar todos los días un poco más la calidad de la educación pública, para que cada uno pueda elegir el futuro que quiere y realizar sus sueños".

Dijo sentirse "ofendido" de que hubieran contratado al cantante Axel y no a él. El intendente Gustavo Botasso le dijo que contara con él como "un soldado", recordando la frase que usó Daniel Giacomino, intendente de Córdoba entre 2007 y 2011. con la entonces presidenta Cristina Kirchner.

"Como lo pronostican la mayoría de los economistas, la Argentina va a volver a crecer más del 3% el año que viene, y eso será un gran alivio"; planteó Macri.