Los precios del maíz registraron ayer una caída de hasta 2,5% en la Bolsa de Chicago, donde el ligero recorte del volumen previsto por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) para la cosecha estadounidense 2016/2017 tuvo un efecto contraproducente, dado que pareció marcar un piso muy elevado para la nueva marca récord histórica.

Al cierre de los negocios, las pizarras del mercado mostraron quitas de US$ 3,35 y de 3,24 para las posiciones diciembre y marzo del maíz, cuyos valores de cierre fueron 132,67 y 136,61 dólares por tonelada.

En su informe mensual de oferta y demanda de granos en el nivel mundial, el USDA redujo ayer de 383,38 a 382,48 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha estadounidense de maíz y la dejó cerca de los 382,54 millones previstos por el mercado y muy lejos de los 345,49 millones de la campaña anterior.

Por la reducción de la oferta y por el incremento del saldo exportable, de 55,25 a 56,52 millones de toneladas, el stock final de EE.UU. fue calculado por el organismo en 58,94 millones, contra los 60,56 millones del reporte de septiembre y los 59,92 millones previstos por los operadores. En el ciclo 2015/2016 las existencias finales fueron de 44,14 millones.

Durante la rueda de Chicago, los fondos de inversión especuladores liquidaron ayer unos 16.000 contratos, equivalentes a poco más de 2 millones de toneladas del cereal. Estos operadores no están atravesando la mejor campaña agrícola. La iniciaron entre mayo y junio con una fuerte apuesta alcista, fundada en la especulación con un clima seco, que reduciría el potencial de los cultivos y el volumen final de la cosecha. Y así llevaron los precios del maíz a superar los US$ 171 por tonelada, el 14 de junio.

Luego, tras aceptar la primera derrota en el campo, con plantas en óptimo estado y rumbo del récord, y con valores apenas arriba de los US$ 118, intentaron una nueva jugada -mucho menos entusiasta- por un tiempo excesivamente húmedo, capaz de comprometer la cantidad y la calidad de lo recolectado. Pero hasta el momento, tampoco ese objetivo de mínima fue alcanzado por los fondos de inversión. Quizás la próxima apuesta deberían hacerla por algo concreto como el ritmo de las exportaciones estadounidenses, que viene evolucionando en buena forma, y no sobre algo tan impredecible como el clima.

En cuanto a la soja, la jornada de negocios también fue negativa en la Bolsa de Chicago, dado que las posiciones noviembre y enero perdieron US$ 3,22 y 3,04 al cerrar con ajustes de 347,41 y de 350,35 dólares por tonelada. Las ventas de los fondos sumaron unos 8000 contratos, equivalentes a casi 1,09 millones de toneladas.

La cosecha estadounidense de soja fue calculada ayer por el USDA en 116,18 millones de toneladas, por encima de los 114,33 millones de septiembre, pero por debajo de los 116,65 millones previstos por el mercado. En la campaña 2015/2016 la producción totalizó 106,93 millones.

Al igual que en el caso del maíz, el organismo elevó su calculo sobre las exportaciones de soja, de 54,02 a 55,11 millones. Así, las existencias finales fueron proyectadas en 10,74 millones, por encima de los 9,95 millones del mes pasado, pero por debajo de los 11,24 millones calculados por el mercado. En el cierre del ciclo precedente el stock fue de 5,36 millones.

La tónica bajista externa la completó el trigo, cuyo contrato diciembre en Chicago y en Kansas bajó US$ 3,86 y 2,85 al quedaron con un ajuste de 145,78 y de 146,42 dólares. El USDA redujo de 63,16 a 62,86 millones de toneladas el volumen de la producción total de trigo en los Estados Unidos, pero elevó las cosechas de competidores como Canadá y Australia, que junto con los países de la ex Unión Soviética serán los principales competidores en el mercado global para el cereal estadounidense.

Mercado local

En la plaza local, dentro de una jornada sin grandes novedades, lo más destacado fue el trigo nuevo que se cotizó a US$ 150 por tonelada para el Gran Rosario y para Bahía Blanca, con mejoras de 5 dólares. En Necochea el cereal se mantuvo estable, en US$ 145. La mercadería disponible también mejoró, al pasar de 2100 a 2150 pesos por tonelada. Los molinos propusieron entre 2000 y 3050 pesos por tonelada del grano fino.

Los precios del maíz se mantuvieron estables, dado que los exportadores pagaron $ 2450 para Rosario; $ 2400 para Bahía Blanca, y $ 2350 para Necochea. El cereal de la próxima cosecha cerró sin variantes, en US$ 145 para los primeras dos destinos y en US$ 140 para el último.

La oferta abierta por soja disponible se mantuvo en $ 3900 para el Gran Rosario, mientras que las propuestas por grano de la próxima cosecha cayeron de 255 a 250 dólares.

Más toneladas para Brasil; igual para la Argentina

En su nuevo trabajo mensual, el USDA elevó su previsión sobre las cosechas de granos gruesos en Brasil. En efecto, el organismo incrementó de 82,50 a 83,50 millones de toneladas el volumen de la producción de maíz, en tanto que llevó de 24,50 a 25,50 millones su saldo exportable.

La cosecha de soja brasileña fue proyectada por el organismo en 102 millones de toneladas, por encima de los 101 millones del trabajo de septiembre, en tanto que el saldo exportable fue sostenido en 58,40 millones.

Para la Argentina el USDA no modificó sus previsiones para las cosechas 2016/2017, dado que mantuvo en 36,50 millones de toneladas el volumen de la producción de maíz; en 57 millones el de soja, y en 14,40 millones el de trigo.

Sin embargo, elevó las ventas externas de maíz, de 24 a 25 millones; redujo las de poroto de soja, de 10,65 a 9,65 millones, y mantuvo estables las de trigo, en 8 millones.