Frente a un panorama macroeconómico que mejora pero aún no repunta del todo y problemas de competitividad de fondo, una posible solución para las economías regionales asomó en uno de los paneles del encuentro Economías Regionales, organizado por LA NACION: la inserción en cadenas de valor. Se trató del bloque en el que Francisco do Pico, director de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Coca-Cola para Argentina, Uruguay y Paraguay; Franciso Heredia, gerente de Desarrollo de Nuevos Proyectos de London Supply; Nicolás Bin, responsable de la división Wind Power & Renewables de Siemens; Verónica Nohara, gerente general de Exportaciones de Newsan Food y Martín Fraguío, director ejecutivo de Maizar, hablaron en nombre de empresas y asociaciones que trabajan junto a "especialidades" por fuera de la pampa húmeda.

"Somos el backstage para que los artistas se luzcan", comenzó Heredia al describir el rol de London Supply a través de 12 compañías repartidas en nueve provincias de la Argentina. Aeropuertos, zonas francas y duty free shops figuran en el catálogo de este grupo cuyo trabajo fue definido por su representante como "netamente regional", por la adaptación al lugar geográfico donde está cada uno y por el servicio a la comunidad local.

Varias producciones regionales pueden hallarse en zonas francas distribuidas a lo largo del país, en las que London Supply tiene su participación. Heredia se refirió a la ley que las regula, promulgada en 1994, y la tildó de "restrictiva" por dos motivos. El primero, porque no deja introducir lo producido en el territorio aduanero general, con lo cual, si se cierra el mercado externo, se tiene que parar la actividad de aquellos espacios. Luego, porque "no tiene en consideración la distancia a los centros de consumo".

Sin embargo, dijo que existe una iniciativa en el Senado para cambiar la legislación: "Estamos ansiosos de que la ley corrija un poco esta realidad y que las zonas francas sean realmente motor de desarrollo para las economías, porque están muy bien distribuidas en el país, sólo falta ese empujoncito".

Por otro lado, Newsan no buscó ser parte del backstage sino integrarse directamente al escenario principal: desde su división "Food", la empresa tecnológica exporta miel, aceite, pescado y maní, entre otras producciones. Originalmente, la actividad empezó con la búsqueda del equilibrio de la balanza comercial de la compañía, pero en 2015 le significó ingresos por 430 millones de dólares. "En tres años la posicionamos como la principal exportadora de pesca del país", detalló Nohara.

"Cuando miramos para atrás, nos reconforta la cantidad de pequeños productores que sin nuestra ayuda no hubieran podido nunca llegar a exportar lo que hacen, o que hoy están duplicando el nivel de producción que tenían", expresó. La división exporta a más de 60 países, planea invertir en fraccionamiento y porcionamiento y está creando junto al departamento de Marketing una marca paraguas para todo lo que comercializan en el exterior.

Por otro lado, afirmó que en cualquier góndola de Europa o de Estados Unidos ven sus productos a un precio siete u ocho veces mayor al que ellos utilizan para exportar, por lo que, a su juicio, hay un margen que se están perdiendo.

Desde un sector en crisis como la citricultura, Coca-Cola logró llevar limones, naranjas y otras frutas argentinas al mundo mediante la integración de productores locales a cadenas de valor globales. Se trata de 42.000 toneladas de jugo concentrado o USD 250 millones, de los cuales un 85% se exporta, que generan 50.000 empleos indirectos, tal como indicó Do Pico. Además, aseguró que quienes trabajan con ellos reciben una especie de "certificado" de estándares de calidad que les permite conseguir nuevos clientes en todo el mundo.

Respecto del mal momento que atraviesa el sector, señaló que "es triste" ver cómo los productores no reciben un costo que no les alcanza para cubrir sus costos y que al mismo tiempo "se cierren mercados por la pérdida de competitividad de la Argentina". Para dimensionarlo, aportó un dato: hoy Chile, que multiplicó por 10 sus exportaciones cítricas en los últimos 15 años, envía al exterior lo mismo que la Argentina, que las redujo a la mitad. Atribuyó el conflicto a una multiplicidad de factores que incluyen la macroeconomía, la logística y la falta de confianza entre el juguero, el productor y el mercado de bebidas.

No obstante, dio noticias que arrojaron optimismo: "En la década pasada el mercado de jugos y aguas saborizadas creció un 35% y estimamos un margen similar para la próxima". Advirtió que para crecer en la actividad hay que tener cuidado con el HLB, una enfermedad que enverdece los frutos y los vuelve inservibles, y que ya está presente en Brasil. "El país tiene una oportunidad global si logramos controlar la enfermedad y erradicarla", señaló.

Otro sector que presenta una oportunidad, de acuerdo con referentes del área, son las energías renovables. Bin explicó que el país tiene una radiación solar "comparable con la de Atacama" y vientos "similares a los del Mar del Norte", pero que los recursos aún no se aprovechan. El representante de Siemens, que también es vicepresidente de la Cámara Argentina de Energía Renovable (Cader), afirmó que el país tiene una potencia instalada de 800 megas mientras que Uruguay tiene 1.200 y Chile 2.700.

"Tenemos el recurso hace mucho tiempo y nunca lo hemos desarrollado. Obviamente lo regulatorio es importante, pero el financiamiento va a ser crucial para que los proyectos se lleven a cabo", expresó. Pidió entender en qué productos del sector de renovables la Argentina puede lograr competitividad y, en función de eso, "fomentar ese desarrollo a través del Gobierno para que se generen puestos de trabajo".

Destacó el potencial de creación de empleo que tiene la industria y ejemplificó con la licitación del Ministerio de Energía, cuyos sobres se abrieron a inicios de septiembre. El Gobierno recibió ofertas por una potencia de 6.400 megavatios que requerirán una inversión de entre 1.500 y 2.000 millones de dólares -para alcanzar 1.000 megas- y que generarán entre "cinco y ocho mil empleos" a lo largo del país, de acuerdo con Bin.

Para incentivar las energías renovables, llamó al Gobierno a trabajar con multilaterales por financiamiento y a brindar seguridad jurídica para los inversores extranjeros. Calificó a la inversión en el cambio en la matriz energética como "muy importante" para paliar el déficit que existe desde 2011, año en el que el país pasó de ser exportador a importador de energía, aclaró. "Las renovables pueden entrar dentro de un mix para ayudar al ahorro de combustibles importados y bajar las emisiones de dióxido de carbono", subrayó.

También en la matriz energética participa el maíz, un cultivo "humilde" que es materia prima del bioetanol y que puede ayudar a traccionar las economías regionales, de acuerdo con Fraguío. El director de Maizar explicó que la asociación se ocupa de pensar alternativas para una competitividad definida por variables macroeconómicas como el tipo de cambio, la inflación o la tasa de interés, todas definidas por el Estado.

"Para nosotros, la competitividad es como un avión. Necesita alas y ciertos principios que la hagan flotar en el aire, como los constitucionales, u otros aspectos específicos, como los costos de transporte". En este punto, señaló que la Argentina es el único país donde la logística aumenta sus precios desde hace 70 años. Señaló que el Belgrano Cargas transportó en 2015 sólo el 10% de su carga de 1990, y comparado con 1950, se trató de una fracción mínima.

"También necesitamos fuerza para que ese avión vuele. El segundo pilar es dónde está inserto el motor. Y allí hay tres aspectos: primero, las oportunidades de carrera y el acceso al empleo que tuvieron las personas; luego, la posibilidad de ahorrar e invertir y finalmente, las cadenas de valor y la estrategia. Las cadenas de valor que hacen las economías regionales progresen tienen estrategias comunes, y a nosotros nos cuesta desarrollarlas", explicó.

"El desarrollo no va a depender de una decisión mágica del Gobierno, sino de que cada región empiece a pensar en unir esfuerzos para la coordinación de las cadenas de valor", resumió Fraguío.