Ser el presidente de una entidad rural que cumple 150 años un día después de que el país celebre el Bicentenario de la Independencia es una situación inusual. Y que eso suceda durante un gobierno que define al campo como el "motor de la economía" es más sorprendente aún. Ambas circunstancias históricas le tocan a Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), que, en una entrevista con LA NACION, dice que, el desafío que tiene el agro hoy es "colocar alimentos en el mundo".

P- ¿Después de la baja de retenciones, qué otra medida le pediría al Gobierno?

R- El gran objetivo es alcanzar la competitividad tras la quita de retenciones, la unificación del tipo de cambio y la liberación de las trabas para exportar, No pasa por lo que uno quiera o pida o lo que tiene que hacer un gobierno o no. Los que mandan son nuestros competidores. A la hora de poder colocar o no nuestros alimentos en la mayor cantidad de mercados del mundo, lo primero que tenemos que ver es quienes son nuestros competidores y qué reglas de juego tienen. Es una política espejo ¿Quiero colocar tal producto en Asia?" Bueno ¿quién está hoy en el mercado? ¿Tienen inflación esos países? Ah, no la tienen. Bien, nosotros tenemos que tener una moneda estable. ¿Cómo se financian? ¿A tasas de un dígito? Entonces tendremos que llegar a que haya un financiamiento similar al que tienen ellos.

P-¿Está conforme con la gestión del gobierno de Macri?

R- Sí, hay gente idónea, que le está dedicando esfuerzo a la gestión. También veo que tienen sensibilidad social. El gobierno anterior le provocó daños al país. Para revertir eso haya que cambiar la economía y las reglas de juego y lograrlo sin costo social, acompañando a los más vulnerables, teniendo esa sensibilidad necesaria para que el salario y los ingresos no se resientan. Y que una vez que toda la economía se ponga en marcha se pueda generar empleo formal.

P-En la Exposición Rural del año pasado prácticamente le pidió a la gente que no vote al oficialismo.

R-En realidad lo que dije fue "Si usted tiene la sospecha de que el va a votar mintió, inauguró obras inexistentes o está involucrado en un hecho de corrupción, no lo vote". Nadie saltó, porque el que saltaba se autoincriminaba.

P-¿Qué hubiera hecho si ganaba Daniel Scioli el año pasado?

RLa respuesta la dio el campo antes de las elecciones. En junio, en la siembra de trigo, el que iba adelante en las encuestas era Scioli, que decía que iba a profundizar el modelo y a mantener las retenciones. Por eso quedaron sin sembrarse dos millones de hectáreas. Ahí perdimos todos, el país, las arcas fiscales y decenas de miles de puestos de trabajo. A esa altura, Macri iba segundo o tercero en las encuestas. En cambio hoy tenemos una expectativa absolutamente diferente de la que teníamos con el gobierno anterior. Hoy tenemos horizonte. A partir de la confianza que se generó y que el Presidente cumplió a los pocos días de asumir la promesa de campaña, esa confianza surtió efecto con la inversión y el gasto del campo que va a ser este año por 58.000 millones de dólares. Eso da la pauta que tiene la agroindustria argentina a partir de tener una expectativa diferente se empieza a transformar la realidad en miles de pueblos.

P-En la agricultura se ve una respuesta a los incentivos del Gobierno, ¿y en la ganadería?

RYa hay retención de vientres. Disminuyó la faena de hembras y hay retención de novillos para poder echarles más kilos. Hay que buscar condiciones para que nuestras carnes lleguen en buenas condiciones de competitividad a la mayor cantidad mercados posibles. El gran desafío es prender la aspiradora del mercado externo para empezar a colocar alimentos en todo el mundo. Eso significa un trabajo público-privado, con la Cancillería y el Ministerio de Agroindustria. A medida que vayamos ganando competitividad, los productos van a ser más elaborados. Pasaremos de vender un corte, a una comida precocida o cualquier alimento preparado.

P-¿Y alguien no dirá que se descuida el mercado interno?

RA pesar de donde venimos, producimos diez veces más de lo que necesitamos. Cuanto más produzcamos, habrá más alimentos accesibles para el mercado interno.

P-¿Se imagina en la política partidaria?

RVamos a ver, no quiero ni pensar en eso. Mientras esté al frente de esta entidad es importante que me concentre en lo que tengo que hacer y cumplir el rol que me cabe como dirigente agropecuario. Después, una vez que termine, veremos.