Las precipitaciones de mayor o menor intensidad, al cabo de este período, cubrieron gran parte del centro este de la región pampeana, observándose sobre el centro y el sudeste de ER, como así también el noreste de BA, los acumulados de mayor importancia.

A pesar de que el mal tiempo fue persistente, la situación hubiese podido ser peor si se validaban los pronósticos que auguraban milimetrajes superiores a los 70 milímetros se generalizaban en todo el este de la zona núcleo. El contexto de humedad ambiental era favorable para que eso sucediera, sin embargo la dinámica atmosférica no se presentó tan activa como para que se desarrollaran tormentas destacadas. Las mismas se concretaron con mayor eficiencia sobre territorio uruguayo, este entrerriano o en la zona de influencia del Río de la Plata. Igualmente debemos reconocer que con 20 o 30 milímetros acumulados en los primeros cinco días del mes las marcas normales de lluvia serán sencillas de lograr a lo largo de lo que resta de julio. En algunas zonas del este entrerriano y el noreste bonaerense fundamentalmente las cercanas al estuario del Río de la Plata, los acumulados ya han superado largamente los valores normales de julio.

Las perspectivas de corto plazo prevén un aumento de la inestabilidad para el recorrido de la jornada del sábado y posiblemente parte del domingo. La circulación del norte y con ella la recomposición de las masas de aire húmedo, puede facilitar que durante el fin de semana aumenten las coberturas nubosas y se concreten algunas precipitaciones modestas o en forma de lloviznas sobre algunos sectores del este de la región pampeana. En cuanto a las temperaturas, durante los próximos siete días, las mismas se mantendrán en niveles confortables. No se perfilan registros de mínima capaces de producir heladas.

Luego de las precipitaciones, la mitad este del territorio entrerriano y el norte de BA presentan excesos hídricos. Los mismos avanzan en forma raleada hacia el oeste, habiendo quedado zonas del noroeste de ER y el centro norte de SF con reservas adecuadas. También son buenas las reservas de humedad en el resto de las zonas agrícolas que son aptas para la fina.

Los perfiles se han cargado de manera muy satisfactoria para el desarrollo de la fina. No obstante esta noticia favorable, bien pudo ser perjudicial e incluso haber forzado la interrupción definitiva de las siembras de la fina que quedaban atrasadas, esto dicho fundamentalmente para las áreas agrícolas tributarias de Rosario. La decisión no es sencilla y si bien no se considera inviable agronómicamente la continuidad de la implantación, en muchos casos la variable económica gana terreno a la hora de frenar la intención de siembra de ciclos cortos.

El comportamiento climático del otoño ha sido un forzante que complejizo el cierre de la campaña y el inicio de las siembras. El solapamiento de estas actividades, se convirtió en un factor que terminó minando el aumento de la intención de siembra prevista para esta campaña. De todas maneras el crecimiento del área será evidente.

Partiendo de las actuales condiciones, podemos decir que las sementeras que fueron implantadas tienen un paso casi garantizado desde el punto de vista hídrico para lo que resta del trimestre frío. Entendemos que con el agua recientemente recibida, los plantines lograrán el suficiente desarrollo radicular como para alcanzar reservas más profundas en caso de que las lluvias muestren un retroceso.

Las perspectivas de mediano plazo no presentan lluvias destacadas, pero si pueden darse períodos con abundante nubosidad y lloviznas.