A medida que pasan las semanas, la decisión de los productores de implantar maíz es analizada y discutida hasta el máximo de tiempo permitido de acuerdo a la variedad de semilla a sembrar y a las zonas productivas en cuestión. Dependiendo las variedades muchos pueden seguir esperando a que algo cambie hasta que sea el momento extremo para poder sembrar, pero algunos productores ya han tomado la decisión de sembrar menos maíz o directamente no producir nada de este cereal en la actual temporada. Se estima que este año el área de maíz disminuirá un 25% en relación al período anterior. En el ciclo 2014/2015 se sembraron 4.050.000 hectáreas.

En el actual se sembrarían tan solo 3.040.000 hectáreas. El año pasado la Argentina produjo 25 millones de toneladas, con un rinde de 7610 kilos por hectárea. Considerando un rinde similar, siempre y cuando el clima acompañe y no perjudique la evolución de los cultivos, con el estimado de siembra antes mencionado y restándole 820.000 hectáreas que no entrarían en el circuito comercial como semilla, podríamos encontrarnos que nuestro país produciría 17.050.000 toneladas en el corriente período. Esto representa una merma de producción del 32%.

Varios son los motivos por el cual los hombres de campo están dejando de sembrar maíz en Argentina.

Uno de los principales es el continuo aumento de los costos que genera la sostenida inflación, calculada en un 35% para este año. Debemos considerar que a diferencia con la soja, a los campos que se siembran con maíz se debe fertilizar casi obligatoriamente para intentar obtener una buena cosecha. Aquí influye también el aumento de los costos por la devaluación del dólar oficial.

Como el maíz tributa un 21% en concepto de retenciones a las exportaciones, en el momento de la venta el productor estaría cobrando su maíz con un dólar de 7,43 pesos. Cuando en la mayoría de los casos, los costos se calculan con el dólar oficial ($ 9,40) o con cualquier otro tipo de dólar (blue, tarjeta o Rofex a futuro)

Si miramos los mercados, con la impresionante baja de precios de los mercados internacionales y nacionales, hoy sembrar maíz no es rentable.
En el mercado de futuros de Chicago los valores del maíz están llegando a niveles impensados por muchos. Como venimos anticipando en nuestros informes, la tendencia negativa de los precios continuará a medida que vaya evolucionando la cosecha norteamericana.

Se espera que los EEUU nuevamente obtengan un excelente volumen de cosecha de maíz, haciendo que la oferta continúe fluida y recomponiendo los stocks mundiales. Con el inconveniente de que la demanda se encuentra abastecida y tranquila ante un panorama mundial de quietud económica, sin aumentos de consumo que se evidencien en el horizonte. El sudeste asiático seguirá consumiendo maíz como lo hizo este año, pero no aumentaría las cifras de importación, al menos por los próximos 4 meses.

A este complicado escenario debemos agregarle la falta de permisos de exportación que sufren las firmas exportadoras, que no pueden concretar negocios al momento de la cosecha argentina (marzo/abril 2016). Esto hace que el mercado comprador sea muy pequeño, sin aliciente para concretar negocios, y con la incertidumbre de no saber en qué momento el Gobierno nacional habilitará la posibilidad de cerrar ventas con el extranjero.

En definitiva, el aumento de los costos de implantación, los bajos precios internacionales, la falta de transparencia en los mercados, la imposibilidad de ventas al exterior, hace de ingredientes a un cóctel verdaderamente explosivo que impactará en la economía de los productores y del país.

El único aliciente que le queda al productor agropecuario argentino es pensar que el próximo gobierno cambie muchas de las cosas que hoy ocurren.

Por Alejandro Ramírez - Analista Agropecuario
Fuente: De todo un poco Agro